Historia

Todo comenzó un 21 de abril de 1944, cuando un grupo de vecinos de Pergamino, respondiendo a la invitación de Don Juan Carlos Parborell, este en esos momentos se encontraba al frente del Departamento Ejecutivo Municipal y había recogido una inquietud expresada desde altas esferas gubernamentales, planteó la necesidad de organizar un Cuerpo de Bomberos Voluntarios, capacitado para resguardar la seguridad de la población.

La respuesta fue positiva, comprendiendo que se necesitaba una organización de esas características para acompañar el crecimiento de la ciudad y asegurar medios defensivos ante incendios y otros contratiempos que afectaran la tranquilidad de los vecinos.

Se formó una previa Comisión Organizadora que acompaño la determinación del Municipio, la misma promovió una reunión pública, abierta a todas las personas interesadas en el proyecto para el 26 de abril de 1944 en el Salón del Consejo Deliberante, teniendo eco favorable y apoyo unánime para la creación de un Cuerpo de Bomberos Voluntarios

Fueron surgiendo sugerencias e ideas. El jefe del Distrito de Obras Sanitarias de la Nación, el Ingeniero Caride, disponía de 80 metros de mangueras en calidad de préstamo, para ser utilizadas por él Cuerpo en los “Carros de Riego”, que facilitaba la Municipalidad y contaban con dispositivo utilizable como bomba impulsora. El comisionado Parborell, a su vez, ofreció personal para colaborar en tareas de oficina, suministro de útiles, y local para reunirse.

Se constituye entonces la definitiva Comisión Revisora, para dar cumplimiento a los trámites y formalidades para lograr el objetivo. La misma fue compuesta por los vecinos que conformaban la Comisión Organizadora antes mencionada.

En reuniones posteriores, en los días 3 y 17 de mayo de 1944, se informa que el Jefe del Cuerpo de Bomberos de Capital Federal, Inspector Gral. Del Campo, apoya el proyecto, y da la conformidad al Sargento Ayudante Domingo Lico para desempeñarse como instructor.

Se dio aprobación al anteproyecto de estatuto para ser sometido a la Asamblea Extraordinaria Constitutiva, convocada para el 30 de mayo de 1944 a las 19:00 Hs.

30 de mayo de 1944 – Diario “El Tiempo”

Los pasos iniciales se habían cumplido, llego el 30 de mayo de 1944 y en el Recinto del Consejo Deliberante de Pergamino, quien fuera testigo del nacimiento del Cuerpo de bomberos Voluntarios de Pergamino estuvieron presentes: el Comisionado Parborell, los miembros de la Comisión Revisora y gran números de vecinos, quienes firmaron el libro de asistencia y fueron considerados “Socios Fundadores de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Pergamino”.

31 de mayo de 1944 – Diario “El Tiempo”

Esta decisión vecinal, depositó la confianza en los vecinos que formaron la primera “Escuadra Voluntariosa” empeñada en dotar a Pergamino de su propio Cuerpo de Bomberos Voluntarios; teniendo origen el “Primer Cuartel” en el Corralón Municipal. Allí se encontraba los carros de riego, los que enfrentaban el fuego cuando lo requería el servicio, las mangueras y demás elementos de lucha cedidos por el Distrito de Obras Sanitarias y además el personal encargado de su funcionamiento. Este provenía del presupuesto de la Comuna, con la responsabilidad de cubrir las plazas de bomberos.

Dado que se disponía de escasos vehículos para trasladar a los Bomberos a incendios en pueblos del Partido y lugares distantes de la ciudad, se alquilaban taxis.

Transcurrido el tiempo, Cuartel de Bomberos, Talleres y Depósitos Municipales, no podían funcionar en el mismo espacio. Por tal motivo en el año 1945, se estudia la posibilidad de alquilar un local céntrico para funcionar como sede de la Sociedad.

La Comisión Directiva aprobó el 15 de abril de 1945, la propuesta de alquilar un local en Calle Merced 275/79, para el “Primer Cuartel del Cuerpo” y convertirlo en sede oficial de la Institución. El día 31 de mayo de 1946 se celebró la primera Reunión bajo su propio techo.

Los bomberos que integraban la Dotación de Tropa bajo la Jefatura del Instructor Domingo Lico, eran: Enrique Bressani, Pedro Contardi, Miguel Albanese, Manuel Martínez, Fernando Gilio, Alfredo Gilio, Constantino Ruggero, Miguel Barros, José Barbarito, Francisco Vives, Pedro Alvarez e Ismael Rementería.

La ciudad había iniciado un crecimiento demográfico y de expansión laboral. El cuerpo de Bomberos Voluntarios debía brindar capacitaciones a sus servidores y necesitaba más personal.

Pasado el tiempo y luego de varias gestiones, para el 24 de diciembre de 1952, en el Cuartel Central de Bomberos de Capital Federal, hacen entrega de la “Primer Autobomba”, asignada al Cuartel de Bomberos de Pergamino, tratándose de una autobomba usada, marca Ford, recién terminada de rectificar y en perfectas condiciones, pintada en su totalidad y equipada.

El 31 de mayo de 1953, la Comisión Directiva realiza una campaña de recaudación de fondos para poder comprar un terreno propio. Los recursos que conseguían no eran suficientes, por lo que fines del año 1957 se gestionó la donación de algún terreno Municipal. Se tenía en vista uno sobre calle Castelli entre Monteagudo y Bv. Colón, lugar donde hoy se encuentra el Cuartel Central.

EL 10 de octubre de 1958, la Municipalidad dicta la Ordenanza cediendo el terreno en cuestión, Identificando con el número 1231 de calle Castelli.

El 6 de marzo de 1959, se colocó la “Piedra Básica” del edificio; con previa información publicada en los Diarios “La opinión” y “El tiempo”.

6 de Marzo de 1960 – Diario “La Opinión”

La Dirección Nacional de Defensa Antiérea Pasiva, donó en 1959 la “sirena” y su respectiva torre para el Cuartel; siendo esta de uso actual.

El 9 de julio de 1962, se realizó el acto de la inauguración del Cuartel de Bomberos Voluntarios, bendijo al mismo el Párroco de la Merced, Padre Antonio Román.

11 de Julio de de 1962 – Diario “La Opinión”

Este paso progresista demando esfuerzos económicos y largas gestiones. Para obtener la donación de los materiales necesarios se obtuvo un amplio y generoso apoyo de autoridades públicas, de amigos, de vecinos y colaboradores.

En enero de 1966, la Sociedad de Bomberos manifiesta por primera vez, la preocupación por adquirir una “Escalera Mecánica”, para cubrir exigencias en circunstancias extrema, dado el nucleamiento edilicio de altura en la zona céntrica y en diferentes barrios, pero este acto de visión futurista no fue considerado por las autoridades.

Para estos años las comodidades del edificio donde funcionaba el cuartel, eran limitadas por lo que se incorporaron mejoras. Sucedió que en poco andar esa capacidad era insuficiente, por lo  tanto se gestionó la propiedad Municipal lindera por calle Castelli, petición positiva mediante autorización de la Provincia conforme a la Ley 9578 y Decreto 9446 de fecha 20 de noviembre de 1975.

De inmediato se construye un amplio tinglado destinado a “Sala de Máquinas”, con remodelación del espacio que ocupaba la anterior, para convertirlo en “Casino” y ubicar las oficinas administrativas de la Sociedad. Las ampliaciones y mejoras se habilitaron en agosto de 1979.

En la Asamblea de Delegados de la Cooperativa Eléctrica de Pergamino, que se realizó el 9 de julio de 1994, se aprobó por unanimidad el proyecto de esa entidad para adquirir en Estados Unidos una “Autobomba con Escalera Mecánica”, destinada a nuestro Cuerpo. Los recursos de obtuvieron de un recargo de cincuenta centavos que se aplicó a cada socio en la factura mensual de consumo eléctrico.

La Escalera Mecánica llego al Cuartel Central, el día 8 de octubre de 1994.

El día 7 de abril de 1995, a las 5 y por espacio de 5 horas, se precipitaron 320 milímetros de una lluvia torrencial en Pergamino y alrededores. La ciudad quedó a merced de las aguas. La población vivió horas de angustia y días de tragedia en los que despertó su oculto heroísmo, aflorando también la solidaridad.En horas de la mañana la gente salía despavorida de su casa cuando al despertarse comprobaba que en el interior de sus viviendas, las mismas se encontraban anegadas y la fachada de sus casas iban desapareciendo bajo el agua que subía en forma alarmante.

Lamentablemente sufrimos pérdidas humanas y nos tocó vivirlo en primera persona, un compañero, un camarada, un AMIGO nuestro dejo su vida en aquella trágica inundación. Excelente persona, compañero fiel y servicial. Era un HOMBRE muy joven que se fue demasiado temprano por el solo hecho de seguir su vocación de servicio. Cada día que pase, en cada salida lo recordamos. 

10 de Abril de 1995 – Diario “El Tiempo”

No hay amor más grande que dar la vida por los demás.